PUDRETE EN EL INFIERNO, MAX MAZIN

El empresario judío Max Mazin Brodovka, cofundador de la Confederación Española de Confederaciones Empresariales (CEOE) y de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM)de la que fue vicepresidente y posteriormente presidente de honor, falleció el miércoles 16 de mayo en Madrid a la edad de 89 años.

Mazin, polaco de nacimiento, huido del estalinismo y con nacionalidad española, fue también fundador, en 1960, de la organización Amistad Judeo-Cristiana. Asimismo, era presidente de la sección española de la logia judeo-masónica B’nai B’rith (1)(Hijos de la Alianza). No hacía ascos tampoco al judeofascismo representado por Jabotinsky
Fue fundador y presidente, durante siete años, del consejo de administración de Worl Trade Center España, miembro de la junta directiva de la Asociación Internacional World Trade; participó en la fundación Iberia Mart, de Renta Inmobiliaria, donde ocupó los puestos de presidente y vicepresidente de Ahorro Familiar. También tuvo intereses en Servisa, Propulsora de Turismo y Hosteleria SA. Además, llegó a tener el 30% de la cadena hotelera Tryp- adquirida posteriormente por Sol Meliá-.

Ya alejado de la cúpula de las asociaciones empresariales , desde diciembre de 1987 era presidente de la fundación Cultural Rich(2)

En 1980 escapó con vida de un atentado cometido en Madrid al confundirle un individuo de origen palestino con el abogado Adolfo Cotelo, al que disparó y mató en presencia de una de sus hijas pequeñas.

En mayo de 2006, el empresario fue nombrado consejero independiente de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) por la judía Esther Koplowitz(3), cargo que desempeñó hasta 2010.

Ese mismo año de 2006, el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero le concedió la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil.

(1)Esta entidad, fundada en 1843, tiene su sede central en Washington (1640 Rhode Island Avenue, NW), justo al lado de la Casa Blanca, proximidad que no es solamente física. Actualmente cuenta con algo más de 600.000 afiliados distribuidos por 47 países del globo, y en su cúspide se aglutina lo más selecto de la oligarquía judía mundial.

Al igual que la masonería regular, la B’naï B’rith se presenta como una organización filosófica y filantrópica dedicada a la consecución de los consabidos enunciados humanistas, y también al igual que la primera su labor fundamental se desarrolla en el campo de la influencia política y social. El hecho de que esta logia haya sido desde su creación el más eficiente puntal del movimiento sionista constituye una buena muestra de esa actividad.

La B’naï B’rith International cuenta con varias sociedades filiales, así como con una pléyade de organizaciones afines que se mueven en su órbita.

Entre las primeras figuran las sociedades:

The Career and Counseling Services

The Klutznick Museum, responsable del mantenimiento de los archivos de la logia

The Hillels Foundations, dirigida a los medios estudiantiles

The B’naï B’rith Youth Organization, enfocada al campo cultural

The B’naï B’rith Women, que agrupa a las mujeres afiliadas a la Orden

The Anti-Defamation League Jewish o Liga Antidifamatoria Judía, cuyo cometido oficial es la lucha contra el antisemitismo, aunque el real sea la lucha contra el antisionismo, lo que es algo muy distinto, como no pocos sionistas antisemitas deben saber muy bien

Y esto último no ha sido escrito a la ligera, sino con pleno conocimiento de una realidad sobradamente avalada por los hechos.

Aparte de la marginación social y de la discriminación racial que padecen los judíos sefarditas de Israel, existen multitud de manifestaciones realizadas por diversas figuras de la oligarquía ashkenazi que avalan con creces lo dicho con anterioridad.

Actitudes y posturas especialmente deleznables si se tiene en cuenta que los judíos sefarditas son precisamente los genuinos hebreos semitas, en tanto que los judíos ashkenazim de origen europeo, que constituyen la casta dominante en aquel país, no pertenecen a ese tronco racial.

Por otro lado, han sido precisamente estos últimos los fundadores y principales promotores del sionismo moderno, cuyo carácter ultraracista no puede sorprender viniendo de individuos que aplican a los sefarditas, esto es, a sus propios correligionarios, el calificativo despectivo de «negros». Entre tales manifestaciones, sin duda más elocuentes que cualquier otra explicación, figuran algunas especialmente significativas.

Golda Meir, por ejemplo, no tuvo pudor en afirmar que,

«todo judío leal debe aprender el yiddish (lengua de los ashkenazim europeos), porque sin yiddish no hay judío».

Ben Gurion fue más explícito aún:

«No queremos que los israelíes se levantinicen. Debemos luchar contra el espíritu levantino (esto es, semita) que corrompe a los hombres y a las sociedades»

(Le Monde, 9-3-66; en parecidos términos se manifestó también M.Dayan en Le Monde de 30-4-66).

Otro hebreo ilustre, Haïm Cohen, se refirió a la inspiración racial del Estado judío con estas palabras:

«La amarga ironía de la suerte ha querido que las mismas tesis biológicas y racistas propagadas por los nazis sirvan de base para la definición oficial de la judaicidad en el seno del Estado de Israel».

La pertenencia a la logia B’naï B’rith no excluye el que sus miembros militen simultáneamente en otra logias masónicas, cosa frecuente por lo demás. De hecho, son numerosos los casos de miembros de dicha logia que han ostentado el grado de Gran Maestre en otras logias americanas o europeas adscritas al rito escocés. Sin embargo, la doble militancia en sentido contrario no es posible. Bien puede decirse por tanto que la logia B’naï B’rith constituye una Orden específica dentro de la masonería regular.

Algo parecido podría afirmarse en lo concerniente a los diversos organismos plutocrático-oligárquicos descritos a lo largo de estas páginas, y en el seno de los cuales los jerarcas de la B’naï B’rith forman un grupo particular. De tal modo que la influencia de la oligarquía judía en la vida pública no se articula exclusivamente a través de las estructuras específicas de dicha logia, sino también por medio de otros organismos que, como el CFR, cuentan entre sus filas con numerosos miembros adscritos a la misma.

Son las pequeñas ventajas que proporciona el hecho de estar en varios sitios a la vez.

La logia B’naï B’rith constituye el núcleo central de una vasta red de sociedades afines que se mueven en su órbita y que confluyen en ella. Entre las más relevantes figuran el American Jewish Committee, el American Jewish Congress y la Conference of Presidents of Mayor American Jewish, que agrupa, a su vez, a unas cuarenta asociaciones judío-americanas. Mención aparte merecen el World Jewish Congress y el American Israel Public Affairs Committee, sin duda las más poderosos e influyentes sociedades de toda esa red.

El World Jewish Congress, o Congreso Judío Mundial, tiene su sede central en Nueva York, y cuenta con delegaciones en setenta países del mundo. Solamente en Estados Unidos su red organizativa aglutina a treinta y dos organizaciones anexas y publica siete diarios. Esta poderosa entidad está presidida en el presente por Edgar Bronfman, magnate del sector vitivinícola y de la industria cinematográfica.

El trust Bronfman posee el 15% de la Time Warner y es accionista mayoritario de la MCA-Universal, la más importante productora cinematográfica y televisiva estadounidense del momento. Por otro lado, el consejero especial de Edgar Bronfman en la MCA es Michel Ovitz, miembro también del Congreso Judío Mundial y director de la Creative Artist Agency, primera agencia de contratación artística de Hollywood.

En cuanto al American Israel Public Affairs Committee, se trata de uno de los grupos de presión más poderosos y discretos de los Estados Unidos.

Así lo reflejaba sin ambages en su número 407 (junio 1991) la revista L’Arche, órgano oficial del Frente Nacional Judío Unificado:

«El American Israel Public Affairs Committee es un lobby extraordinariamente potente, literalmente capaz de destruir la carrera pública de cualquier político anti-israelí».

Conviene decir que este tipo de lenguaje directo y explícito sobre el tema tabú que ahora nos ocupa es prácticamente privativo de las publicaciones judías.

Estos son, a grandes rasgos, los más descollantes engranajes de una poderosa maquinaria cuya presencia en las altas esferas políticas estadounidenses veremos a continuación. Y una vez más, ante la imposibilidad material de efectuar un recorrido exhaustivo en el tiempo, lo más apropiado será ceñirse al momento presente.

Centrándonos, pues, en la actual Administración Clinton, he aquí un breve resumen de dicha presencia.

De los doce integrantes del Consejo Nacional de Seguridad, organismo sobre cuya importancia no será preciso extenderse, seis proceden de la oligarquía judía estadounidense:

Samuel Berger, vicepresidente del Consejo

Martin Indik, responsable del área de Oriente Medio

Don Steinberg, director del área africana

Richard Feinbert, al frente del departamento de Hispanoamérica

Stanley Ross, jefe del departamento de Asia

Dan Schifte, director del departamento de Europa Occidental

En los servicios de asistencia y asesoramiento a la Presidencia del gobierno figuran:

Abner Mikve, en calidad de Attorney (Fiscal) General

Ricky Seidman, como responsable de la agenda presidencial

Phil Leida, jefe adjunto del Estado Mayor

Robert Rubin, consejero de Economía

David Heiser, director del servicio de Prensa

En el Departamento de Estado la lista es numerosísima, pudiendo subrayarse los nombres de:

Peter Tarnoff, subsecretario de Estado

Lawrence Summers

Mans Kurtzer

Dennis Ross

Jehuda Mirski

Tom Miller

Otros altos cargos dignos de mención son:

Rehm Emmanuel, consejero personal y eminencia gris de Clinton

Miky Kantor, ministro de Comercio

Robert Reich, ministro de Trabajo

Cotie Stuart Eizenstat, embajador ante la CEE

Louis French, director del FBI

Madeleine Albright, embajadora en la ONU

Laura Tyson, al frente del Consejo Económico

A la vista de esta realidad, y en su calidad de buen conocedor de los entresijos de la política estadounidense, éstos eran los comentarios vertidos sobre el particular por un destacado analista político en cierto medio informativo:

«Hace algunas semanas, el rabino de la sinagoga Adath Yisraël, de Washington, pronunciaba un sermón en el Centro Cultural y Político judío en el curso del cual celebró el hecho de que los judíos norteamericanos tomen parte en las decisiones políticas a todos los niveles de la Administración Clinton, señalando textualmente que los Estados Unidos no son un Gobierno de goyim (no-judíos), sino una Administración donde los judíos participan enteramente en las decisiones políticas a todos los niveles».

Tras pasar revista al panorama político estadounidense y subrayar explícitamente la influencia en el mismo del lobby judío, el citado analista añadía:

«La influencia sionista no sólo se manifiesta en el ámbito político. También es considerable en los medios de comunicación, donde un gran número de responsables de programas televisivos, así como la mayor parte de los redactores jefes, corresponsales y comentaristas son judíos…. La misma preeminencia se encuentra en las instituciones universitarias, en los centros de investigación, en los servicios de seguridad, en la industria cinematográfica y en los medios artísticos y literarios».

Naturalmente, todos estos comentarios no pueden ser más que infundíos malintencionados de algún elemento fascistoide y antijudaico, como diría cualquier «bien-pensante» de pesebre al uso.

En efecto, el autor de los mismos fue el analista hebreo Bar Yosef, colaborador del rotativo israelí Maariv, en cuyo número del 2-9-1994 apareció su artículo.

(2)Marc Rich es otro conocido magnate judío de materias primas con vínculos con el Mossad, que ha llegado a mover volúmenes de 13.000 millones de dólares anuales, a quien Bill Clinton indultó tras ser acusado durante 18 años de protagonizar el mayor fraude fiscal de la historia de EEUU.

En EEUU se cita al Monarca entre quienes intercedieron ante Bill Clinton para que concediese el indulto.

En nuestro país también se ha ido de rositas.

(3)VII marquesa de Casa Peñalver. Propietaria de la empresa Fomento, Construcciones y Contratas, es una de las mayores fortunas del país. En sus orígenes empresariales estuvieron apadrinadas por Ramón Areces, el fallecido y todopoderoso dueño del Corte Inglés (se tienen sospechas de que el Sr.Areces mantuvo relaciones maritales con la madre de las hermanas Koplowitz y que gracias a ello pudieron tener una fuerte influencia en él). Estuvo en su día casada con Alberto Cortina (hijo de un antiguo Ministro franquista). En su empresa trabajó el Ex-Ministro socialista de Economía Miguel Boyer.

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10 respuestas a PUDRETE EN EL INFIERNO, MAX MAZIN

  1. Ernesto dijo:

    Oye, el Rich este es de la familia que financió a Franco?
    Es el mismo que es dueño de ACS, la de Florentino Perez?

  2. Xabi Alonso dijo:

    El autor de este artículo no le llega a un zapato a este señor, que salió de la nada después de que asesinaran a toda su familia con 16 años en el holocausto. Supongo que al personaje inmundo que ha escrito este artículo le parecerá que el holocausto es propaganda trasnochada… lo de siempre, odiar por odiar o por envidia

    • danipirata80 dijo:

      Tu eres tonto. Este tio si ha triunfado es porque es un puto judío mafioso que se ha juntado con otros judíos mafiosos para explotar a gentiles. El post deja claro que clase de gentuza son ¿O es que Marc Rich te parece un tio de puta madre? Y sobre el holocausto, ve empezando por Finkelstein que te veo muy verde.

      • Interneter dijo:

        Me sumo a lo que dices sobre el que comenta justo arriba.

      • Xabi Alonso dijo:

        Supongo que lo dices porque le has conocido, ¿no? Igual que me imagino que eres de los que piensas que el holocausro es una exageración o un mito de los judíos porque estuviste tú allí y en realidad era un parque temático, ¿no? Mira chavalote nazi-fascistoide, lo primero que hay que hacer es estudiar historia y no sólo citar al Filikenstein ése que tendrá sus opiniones, pero da la casualidad que compartidas por casi nadie. Y respecto a Marc Rich, yo no he tenido el placer de cocnocerle pero si efectivamente se dedicó a evadir impuestos, desde luego no tiene mi simpatía, porque yo pago los míos. Y empresarios jetas los hay con indepdencia de sis son judíos, católicos- apostólicos como Ruiz Mateos y agnósticos como muchos otros. Lo grave es juzgar a alguien simolemente porque es judío, negro o musulmán. Ya sé que a tí eso se te escapa de tu cultivada mente, pero quénle vamos a hacer, hay gente para todo.

      • danipirata80 dijo:

        «respecto a Marc Rich, yo no he tenido el placer de cocnocerle pero si efectivamente se dedicó a evadir impuestos…» Efectivamente, eres tonto de remate. La historia la conoce todo el mundo menos tú.¿No será que te molesta que me meta con un judío? ¿Todo el que critica a un judío es nazi para ti? Pues que bien se lo han montado con lo del holocausto. Estudiar historia dice JAJJAJAJAJJAJA(te juro que no hago otra cosa, no tengo más afición que esa practicamente) y que si lo he conocido(segun tú, solo se puede opinar de gente que hayas conocido, entonces ¿no puedo decir que Urdangarin es un sinvergüenza porque no lo he conocido?) JAJAJJAJAJAJ que argumentos!

  3. Xabi Alonso dijo:

    De los personajes públicos o cuyas acciones son conocidas ampliamente, aunque no los conozcas, se puede opinar, por supuesto. Por ejemplo: Goebbles era un hijo de su madre y un asesino, como también lo fue algún que otro judío y algún que otro papa de la historia, aunque como el primero, creo que pocos. Ahora bien, opinar de una persona cuyo ámbito de actuación es fundamentalmente privado, es una frivolidad, sobre todo cuando la lógica es simplemente: «si es rico y judío, tiene que ser mafioso», que es la lógica que escucho por aquí. Y por último, de mimotro post, veo que Dios te dotó además de sentido del humor. Muy completito.

    • danipirata80 dijo:

      «hijo de su madre» que fino eres. Sigues sin comprender las perrerías que hace esta gente, vuelvetelo a leer. Mazin me parece un personaje público(aunque desconocido por la borregada), en el caso contrario no hubiera encontrado tantísima información sobre él ni hubiera salido en prensa. Pero según tu lógica si sus acciones no son conocidas ampliamente no puedo opinar sobre él. Menuda gilipollez!. Suelo tener mucho asco a los ricos sean judíos o no, me parecen todos unos mafiosos. Dime el nombre de un judío rico que no te parezca ser un mafioso

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