
«Gracias EE. UU.», escribe en su cuenta de Twitter el exministro de Asuntos Exteriores polaco, miembro de la junta directiva del Club Bilderberg, Director ejecutivo del OTANISTA New Atlantic Initiative y actual eurodiputado Roman Sikorski (véase la imagen de su tweet).

(Nota de CONSPIRACIONPIRATA: Recordemos que este sujeto está casado con la «periodista» de entre otros medios The Economist de los judíos Rothschild, Ana Applebaum, judía anti-rusa, de la fabiana LSE y miembro del rockefelleriano Consejo de Relaciones Exteriores (CFR).
Sikorski se refiere al supuesto sabotaje de los dos gasoductos submarinos Nord Stream, capaces de transportar gas natural de Rusia a Alemania. Sikorsky se alegra de que Rusia pague el precio de sus operaciones en Ucrania y ve cómo los gasoductos de 20.000 millones de dólares quedan inutilizados en las profundidades del mar Báltico.
Estados Unidos, por supuesto, niega tener relación alguna con el sabotaje; pero la sospecha recae normalmente sobre ellos, dadas las numerosas declaraciones de funcionarios estadounidenses contra ambos gasoductos. En enero, por ejemplo, el propio presidente Biden mantuvo el siguiente diálogo con los periodistas:
Presidente Biden: «Si Rusia nos invade […], entonces no habrá más Nord Stream 2. Lo detendremos.»
Periodista: «Pero, ¿cómo va a hacerlo exactamente, ya que […] el proyecto está bajo control alemán?».
Biden: «Le prometo que seremos capaces de hacerlo.»
(Fuente: aquí.)
Por su parte, la subsecretaria de Estado Victoria Nuland (que ya fue una de las protagonistas del golpe de Estado de 2014 en Kiev), declaró lo mismo el pasado mes de enero: «Si Rusia invade Ucrania, de una forma u otra Nord Stream 2 no saldrá adelante».
Ahora Zelenski se ha apresurado a acusar a Rusia de ser responsable del sabotaje. Esta afirmación es sumamente ridícula, como lo fue su otra afirmación de que los rusos estaban autobombardeando la central nuclear de Zaporizhie que está ocupada por sus fuerzas.
Aunque ridículas, tales afirmaciones son útiles para las fuerzas extremistas y los servicios secretos que controlan y utilizan al presidente ucraniano como provocador internacional, incluso para intervenir en la vida interna de Alemania en nombre del «partido de la guerra» internacional.
En un entorno público occidental dominado por la histeria antirrusa, es casi imposible encontrar medios de comunicación que expongan la ridiculez de tales afirmaciones, entre otras cosas por miedo a parecer prorrusos.
Enfrentados al dilema de creer en los medios en los que confían o en sus propias mentes que les dicen lo contrario, los ciudadanos se ven sumidos en una confusión generalizada. Ésta era también la lógica de Goebbels: miente, miente, que algo quedará.
Con los dos gasoductos en buen estado, Rusia tiene en gran parte el suministro energético de Alemania en sus manos. Moscú puede suministrar gas si quiere, o puede negarse a hacerlo. Pero para que los gasoductos sean un arma en sus manos, como sostiene Bloomberg, Rusia necesita que los gasoductos existan y puedan funcionar.
Pero si los gasoductos estuvieran en funcionamiento, Alemania también podría, en caso de decidir cambiar su política hacia Ucrania (por ejemplo bajo la presión de la escasez de energía) restablecer inmediatamente el flujo total de gas ruso hacia ella.
Por el contrario, con ambos gasoductos fuera de servicio, Berlín depende desesperadamente de Estados Unidos para su suministro energético, por lo que le resultará mucho más difícil cambiar su política respecto a Ucrania, si así lo desea.
Con otras palabras, lo que se consigue con el sabotaje de los dos gasoductos es que, por un lado, Rusia se ve privada de su «arma» y, por otro, Alemania y Europa en general quedan atadas a la política belicista de la OTAN, que sigue actuando contra Rusia. Esto demuestra una vez más que no sólo se trata de una guerra contra Rusia, sino también de una guerra indirecta contra Europa lanzada por el «Imperio».
Es Europa la que está pagando el coste de las sanciones, con su economía ahora bajo la amenaza de un colapso total, especialmente a medida que se intensifica el conflicto en Ucrania. Los Estados europeos, sus economías, sus fuerzas armadas y sus servicios secretos dependen más que nunca de Estados Unidos. Europa pierde toda posibilidad de cultivar relaciones equilibradas con Washington y Moscú, lo que es una condición previa para cualquier autonomía europea. Se convierte en un vasallo total de Estados Unidos. Como dice Oscar Lafontaine: «Alemania actúa como un vasallo estadounidense en la guerra de Ucrania» y del imperio internacional de las finanzas «superimperialistas» (para usar la terminología de Kautsky) que gobierna el «Occidente colectivo».
Alemania y la UE han recibido una declaración de guerra
PEPE ESCOBAR, ANALISTA INTERNACIONAL
EL IMPERIO ANGLOSAJÓN SE HA QUITADO LOS GUANTES. HA PROHIBIDO LA INDEPENDENCIA ENERGÉTICA DE LA UNIÓN EUROPEA. LA COOPERACIÓN CON CHINA TAMBIÉN SERÁ IMPEDIDA. CUALQUIER RELACIÓN COMERCIAL INDEPENDIENTE CON ASIA: “VERBOTEN”.
El sabotaje de los oleoductos Nord Stream 1 (NS1) y Nord Stream 2 (NS2)en el Mar Báltico ha llevado ominosamente al ‘Capitalismo del Desastre’ a un nivel completamente tóxico.
Este episodio de Guerra Híbrida en la forma de un ataque terrorista contra la infraestructura energética, señala el colapso absoluto del derecho internacional, ahogado por el llamado “orden basado en reglas” o, lo que es lo mismo, “hacemos las cosas a nuestra manera”.
El ataque a ambos oleoductos consistió en múltiples cargas explosivas detonadas en ramales separados cerca de la isla danesa de Bornholm, en aguas internacionales.
Fue una operación sofisticada, llevada a cabo sigilosamente en las aguas poco profundas del estrecho danés. En principio, este dato descarta el uso de submarinos (los barcos que ingresan al Báltico están limitados a un calado de 15 metros). En cuanto a los posibles barcos «invisibles», estos solo pueden circular con el permiso de Copenhague, ya que las aguas alrededor de Bornholm están repletas de sensores, una medida tomada hace mucho tiempo, ante el temor a los submarinos rusos.
Los sismólogos suecos registraron dos explosiones submarinas el lunes, una de ellas estimada en 100 kg de TNT. Sin embargo, es posible que se hayan utilizado hasta 700 kg para volar tres nodos de tuberías separadas. Tal cantidad no podría haber sido facilitada en un solo viaje por los drones submarinos de las naciones vecinas.
La presión que necesitan estos oleoductos cayó exponencialmente. Las tuberías ahora están llenas de agua de mar.
Las tuberías de NS1 y NS2 se pueden reparar, por supuesto, pero sólo antes de la llegada el Invierno. La pregunta es: ¿Gazprom, que está dirigiendo su producción a los clientes de Eurasia se molestaría en repararlos? Especialmente ahora que los buques de Gazprom podrían estar expuestos a un posible ataque naval de la OTAN en el Báltico.
Los funcionarios alemanes ya están lamentando que NS1 y NS2 pueden quedar fuera de servicio «para siempre». La economía de la UE y los ciudadanos de la UE necesitaban con urgencia ese suministro de gas.
Sin embargo, la Eurocracia en Bruselas, que gobierna sobre los estados-nación, ha manifestado querer eliminar totalmente el suministro gas desde Rusia. Ante esta situación más de algún ciudadano europeo puede pensar que esta Euro-oligarquía debería ser juzgada algún día por traición.
Tal como están las cosas, la irreversibilidad estratégica es evidente; la población de varios países europeos pagará un precio tremendo y sufrirán graves consecuencias derivadas de este ataque, a corto, medio y largo plazo.
Cui bono?
La primera ministra sueca, Magdalena Andersson, admitió que fue “un sabotaje”. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, explicó: “no fue un accidente”. Berlín está de acuerdo con los escandinavos.
En agudo contraste, el ex ministro de Defensa polaco (2005-2007) Radek Sikorski, un rusófobo casado con la “analista” estadounidense Anne Applebaum, alegremente tuiteó “Gracias, EEUU”.
La trama se vuelve más descifrable cuando sabemos que simultáneamente al sabotaje se abrió parcialmente el “Baltic Pipe” desde Noruega a Polonia, un “nuevo corredor de suministro de gas” que da servicio a “los mercados danés y polaco”: en realidad es un ducto pequeño, considerando que ambos países siguen teniendo problemas para encontrar gasolina, y ahora la obtendrán a costos mucho más altos.
NS2 ya había sido atacado durante su construcción. En febrero, los barcos polacos intentaron evitar que el buque, que colocaba las tuberías, terminara el gasoducto NS2. Las conductos se estaban colocando al sur de Bornholm.
Mientras tanto, la OTAN ha estado muy activa en la construcción de drones submarinos y los estadounidenses exigieron acceso a los vehículos drones submarinos de Noruega. Buzos profesionales podrían haber sido empleados en el sabotaje, incluso cuando las corrientes de marea alrededor de Bornholm son un asunto serio.
Una visión panorámica desvela que el Occidente colectivo está en pánico. Sus «élites» atlantistas están dispuestas a recurrir a cualquier arma (mentiras escandalosas, asesinatos, terrorismo, sabotaje, guerra financiera, apoyo a los neonazis) para evadir su descenso a un abismo geopolítico y geoeconómico.
La desactivación del sistema NS1 y NS2 constituye el cierre definitivo de cualquier posibilidad de un acuerdo entre Alemania y Rusia sobre el suministro de gas, con un beneficio adicional: relega a Alemania al estatus de vasallo de Estados Unidos.
Esta nueva situación nos lleva a una pregunta clave ¿qué servicio de inteligencia occidental diseñó el sabotaje? Los principales candidatos son, por supuesto, la CIA y el MI6, con Polonia como chivo expiatorio y Dinamarca jugando un papel muy dudoso (es imposible que Copenhague no haya sido al menos «informada» sobre el sabotaje).
Previsores como siempre, ya en abril de 2021, los diplomáticos rusos se hacían preguntas sobre la seguridad del sistema Nord Stream .
El tema es muy delicado. Podemos estar ante el caso que un miembro de la UE/OTAN este implicado en un acto de sabotaje contra la economía número uno de Europa; la economía alemana . Eso es un casus belli. Más allá de la espantosa mediocridad y cobardía de la administración actual en Berlín, está claro que el BND (inteligencia alemana), así como la Marina alemana y los industriales informados, tarde o temprano conocerán la verdad .
Estamos muy lejos de haberse perpetrado un ataque aislado. El 22 de septiembre, saboteadores de Kiev atentaron contra el Turkish Stream. El día anterior, se encontraron en Crimea drones navales ingleses, sospechosos de ser parte del complot. Helicópteros norteamericanos han sobrevolando durante semanas los nodos del NS1 Y NS2 ; un barco de «investigación» del Reino Unido ha merodeando las aguas danesas desde mediados de septiembre; y la OTAN ha tuiteado con orgullo que cuenta “con nuevos sistemas no tripulados en el mar”.
Es Europa la que pierde con el sabotaje
El Ministro de Defensa danés se reunió este miércoles de urgencia con el Secretario General de la OTAN. Después de todo, las explosiones ocurrieron muy cerca de la zona económica exclusiva (ZEE) de Dinamarca. Exactamente el mismo día, la Comisión Europea (CE), la oficina política de facto de la OTAN, adelantó su irracional obsesión: más sanciones contra Rusia, incluido “un tope” a los precios del petróleo.
Mientras tanto, los gigantes energéticos de la UE están obligados a perder con el sabotaje.
La lista incluye a las alemanas Wintershall Dea AG y PEG/ E.ON; la neerlandesa NV Nederlandse Gasunie; y la francesa ENGIE. Luego, están los que financiaron NS2: Wintershall Dea y Uniper, el OMV austriaco, y la British-Dutch Shell.
La Wintershall Dea y ENGIE son copropietarios y acreedores. Hoy sus furiosos accionistas exigen respuestas serias de una investigación seria.
El tema se pone aún peor: ya no hay restricciones en el terrorismo contra los Pipeline (gasoductos). Rusia está en alerta roja no sólo por el Turk Stream sino también por Power of Siberia. Lo mismo harán los chinos y su laberinto de oleoductos que llegan por Xinjiang.
Cualquiera que sean los responsables directos, esta es una venganza, por adelantado, por la inevitable derrota colectiva de Occidente en Ucrania. Y una cruda advertencia al Sur Global de lo que Estados Unidos está dispuesto a volver hacer. Sin embargo, la acción siempre genera una reacción: a partir de ahora, también podría sucederle “cosas divertidas” a los oleoductos de EEUU y el Reino Unido en aguas internacionales.
La oligarquía de la UE está en un proceso de desintegración a la velocidad del rayo. Su ventana de oportunidad para intentar un rol como actor geopolítico autónomo está ahora cerrado.
Los Eurócratas se enfrentan a un grave conflicto. Una vez que esté claro quiénes son los perpetradores del sabotaje en el Báltico y, que comprendan todas las consecuencias socioeconómicas el “kabuki” tendrá que parar. Que “Rusia haya hecho estallar su propio oleoducto” es imposible de creer. Hay una verdad incuestionable, Gazprom podría haber cerrado fácilmente las válvulas para impedir que llegue el gas ruso a Europa.
El asunto se pone cada vez más serio: Gazprom amenaza con demandar a la empresa energética ucraniana Naftogaz por facturas impagas. Eso conduciría al final del tránsito de gas ruso por Ucrania hacia la UE.
Como si todo esto no fuera lo suficientemente, Alemania está obligada, por contrato, a comprar al menos 40 mil millones de metros cúbicos de gas ruso al año hasta 2030.
Si no lo hacen, Gazprom tiene derecho legal a que le paguen incluso sin enviar gasolina. Esta es “la letra” del contrato a largo plazo. Y ya está sucediendo: debido a las sanciones, Berlín no tiene el gas que necesita, pero sí y todo debe pagar.
Todos los demonios están aquí.
Ahora está dolorosamente claro que el Imperio anglosajón se ha quitado los guantes. Ha prohibido la independencia energética de la Unión Europea. La cooperación con China también será impedida. Cualquier relación comercial independiente con Asia: “verboten”.
El siguiente paso es subyugar económicamente a los europeos: una remezcla de mal gusto de 1945-1955. Con un perverso giro neoliberal: seremos dueños de su capacidad industrial y ustedes no podrán hacer nada.
El sabotaje del sistema NS1 y NS2 es parte del “sueño húmedo” imperial que desea romper la masa terrestre de Eurasia en mil pedazos para evitar una consolidación de un corredor económico trans-eurasiático entre Alemania (que representa a la UE), Rusia y China: son 50 billones de dólares en PIB, según la paridad del poder adquisitivo en comparación con los 20 billones de dólares estadounidenses.
Debemos volver a Mackinder: para su “geopolítica “el control de Eurasia constituye el control del mundo. Las élites estadounidenses y sus caballos de Troya en Europa harán lo que sea necesario para no ceder el control de esos territorios.
En este contexto las «élites estadounidenses» abarcan la «comunidad de inteligencia straussiana” (infestada de neoconservadores) y las grandes empresas energéticas, farmacéuticas y financieras que les pagan y que se benefician no solo de las guerras eternas del Estado Profundo, sino también quieren de Gran Reinicio inventado por gerifaltes de Davos.
Los Raging Twenties (furiosos años veinte) comenzaron con el asesinato del general Soleimani. Volar tuberías es parte de esta secuela. Habrá una carretera al infierno hasta el 2030. Sin embargo, tomando prestado de Shakespeare, el infierno está definitivamente vacío, y todos los demonios (atlantistas) están aquí.
OJOS PARA LA PAZ
Ante la declaración de guerra realizada por EE.UU. al cometer varios atentados contra los gasoductos Nord Stream I y II, en el mar Báltico, voladuras reiteradamente anunciadas por la CIA y por el propio Presidente Biden, con grave repercusión contra toda la economía europea, se plantean los siguientes hechos:
1º.- Que los gasoductos a Europa fueron una brillante idea de la canciller alemana Ángela Merkel, que siempre vino recordando en sus reuniones con el presidente ruso, Vladimir Putin, que se trataba de un proyecto europeo, compartido por los europeos (Rusia incluida) en el que participaron empresas de diversos países. Un proyecto beneficioso para todos.
2º.- Que un atentado norteamericano contra los gasoductos, es una agresión criminal contra los intereses y la seguridad de toda Europa, y un delito de alta traición. Se trata de intereses estratégicos para la economía europea, en el contexto de un conflicto abierto que puede extenderse, Es un acto de extrema gravedad, un casus belli.
Por lo expuesto,
Ojos para la Paz SOLICITA del gobierno de España la ruptura de relaciones diplomáticas con los EE.UU., la suspensión de todos los Tratados Madrid Washington y la inmediata salida de la OTAN.
Y que, al mismo tiempo, tome nota el gobierno de España de si conviene continuar en una Unión Europea que lleva tiempo no solo lanzando palos de ciego sino tratando de desmembrar a Europa.
Porque la paz en Europa beneficia a los europeos, a todos los europeos, del Atlántico a los Urales. Y solo puede estar basada en la convivencia, el respeto mutuo y la cooperación económica y social en una Europa que solo tiene un enemigo declarado; los Estados Unidos de Norteamérica
Madrid, a 1.10.2022